En 2007 Mireia sufrió un accidente de moto que le llevó a una silla de ruedas.
En esos momentos Mireia pudo apoyarse en sus dos grandes pilares, su familia y sus amigos que le apoyaron desde el primer día y en los que se sigue apoyando a día de hoy.
Cuando Mireia paso del sondaje permanente al sondaje intermitente lo que sintió fue libertad, ya que ya no estaba unida a una sonda y una bolsa de orina a todas horas, lo que le permitió volver a viajar, a ir a la playa y a disfrutar de todo aquello que hacía antes del accidente.
Mireia lleva una vida activa y no permite que nada le pare por eso anima a quien se encuentre en su situación a que se sonde "donde sea" que se acostumbre a sondarse fuera de casa pese a no tener todas las comodidades.
Para Mireia el deporte es muy importante para una persona que sufra una lesión medular pero recuerda que "te puedes dedicar a muchísimas otras cosas que no sea solo deporte" por eso para ella la inserción en el mundo laboral es fundamental.
Su vida a día de hoy no tiene nada que ver con la que tenía antes del accedente, en su caso ha cambiado el trabajo de despacho por dar clases en institutos sobre seguridad vial. Mireia explica a adolescentes lo implica tener un accidente de tráfico y lo que se puede llegar a perder uno por imprudencias que en muchos casos se pueden evitar.
"A la vida le pido que me deje como estoy, con mis amigos, mi familia, mi pareja y mi salud"